Cierro los ojos y escucho como susurra tu avidez, dejo que tus dedos perfilen la comisura de mis labios, que arrastren el carmín sobre mis pómulos, que pinten mi cuello y el nacimiento que mis senos; cierro los ojos y dejo que tus labios lubriquen mi deseo.
Me excita tu tacto errático pero firme, desconocido, tan desconocido como tú.
Desciende el roce de tus labios buscando mi respiración. Aferro tu cabeza y te empujo hacia mis senos, entre mis senos. Recorro tu espalda, recorres mi cuello. Ambos al unísono.
Tu boca se abre en una dulce batalla con el perfume de mi piel. Mojo los dedos en mi saliva y mi mente, mi deseo, sabe que en ese momento es tu sexo quien ahonda en mi boca.
Tus manos hacen nacer mis formas. Haces presa en mí. Dominada, vencida.
-”La chica de la recepción nos verá”- susurro.
Apoyada en la pared es tu cuerpo quien me sostiene. Huelo tu voz.
-”¿Y eso te avergüenza o te excita?”- respondes.
Tu voz me posee. Creo que nada me importa en este momento, no me importa que la recepcionista pueda vernos y...si, en este instante, esa idea hace que mi excitación aumente.
-”Ella nos vio y discretamente se ocultó, ahora puede que se esté masturbando”-
Despacio, con arrogante destreza, desabrochas los botones de mi camisa de popelin, mi pecho se sabe libre para tomar más y más aire. Entreabro los ojos, tus manos emboscan mis senos. Creo saltar al vacío cuando tu lengua recorre mis areolas; mis piernas tiemblan cuando avivas mis pezones, cuando ya erectos bebes su dureza.
Tu voz me empapa de aromas que no puedo reconocer y, por muy descabellada que parezca la idea, mientras que tus labios regresan ávidos a mis pezones doy por cierto que la chica de la recepción ahora está frotando su sexo mientras que nos espía discretamente.
-”Continua”- suplico.
Mi boca está seca, mi sexo...mi sexo humedecido; siento como mi cabeza, mi cabeza...
Mi cabeza.
Me estallaba la cabeza tras diez horas de reunión con mis compañeros del departamento de producción del centro de Tres Cantos. Estábamos inmersos en la finalización de los trabajos relacionados con la certificación de calidad de las instalaciones y nuestros directivos “supremos” de Darmstadt aguardaban con impaciencia el punto y final de unos nuevos protocolos sujetos a los cambios habidos en la legislación medioambiental europea.
Diez duras horas de reunión estudiando datos, depurando estrategias, analizando los requisitos de determinadas normas ISO y... ¡todo horrible ¡pero necesario para el adecuado funcionamiento de nuestra planta en Mollet del Vallés.
Diez intensas horas de reunión con un breve descanso, a media mañana, de cuarenta minutos para reponer fuerzas en una cafetería cercana y...¡ horrible¡.
Finalizada, por fin, la dura jornada de trabajo me despedí de mis compañeros con un rápido y escueto “hasta mañana” que, para mis adentros, sentí como un “hasta nunca si pudiera ser”.
Salí del despacho sin mirar atrás dejando a mis compañeros enfrascados en una acalorada discusión sobre las finanzas de Barcelona y los trapos sucios y no tan sucios del caso Neymar. Ser la única mujer del grupo era una buena excusa para escurrir el bulto cuando afloraban ciertos temas de conversación.
-”Puede que Rosell mintiera pero ahí están las palabras de Miguel Cardenal y...”-
-”La caverna mediática...”-
-”Lo que ocurre es que pensabais ganarlo todo y os ha pasado como a la lechera del cuento con vuestras cuentas“-
-“´Mirar cómo ha terminado Hoeness...”-
Después de todo el día manejando datos contables, protocolos, estadísticas variadas, análisis de indicadores económicos y de nuevo más y más datos casi resultaba gracioso ver como todo termina reduciéndose a una charla relajante sobre “pan y circo”.
-” Adiós, adeu, mañana me contáis quien gano la discusión”- dije mientras cerraba la puerta sin mirar atrás.
Un coche de la empresa me acerco hasta mi hotel. Estaba cansada y solo deseaba una cena ligera y una ducha relajante.
Me gustaba Madrid, sus días ajetreados, sus noches canallas, sus contrastes tan marcados; Madrid tan cosmopolita como intima, tan de todos como solo mía. Madrid me regalaba la complicidad de sus calles alejadas de miradas con nombre, su consentimiento con los ojos vendados.
Aplique una fina capa de glosa en mis labios, me gusta sentir mis labios sedosos, jugosos.
El tráfico en la M-30 era extrañamente fluido lo que permitió que, en apenas quince minutos, el coche de la empresa me dejara en el hotel. Estaba tan absorta en mis pensamientos, tan cansada, que no me dí cuenta del trayecto.
-”Muchas gracias, que tenga una buena noche”-
-”Igualmente señorita”-
Deslicé un billete de diez euros en la mano del chófer que educadamente abrió mi puerta y me dirigí a la entrada del hotel.
-”Nos vera”- susurro de nuevo, mi voz se quiebra bajo tu tacto
Apoyada en la pared es tu cuerpo quien me sostiene. Bebo tu voz.
-”¿Te excita?”- tu voz me desnuda.
-”Continua”- mi voz, atrapada entre nuestros cuerpos, es un susurro imperativo.
Mi boca está seca, mi sexo humedecido; siento como mi cabeza, mi cabeza...un pensamiento inesperado cruza mi cabeza:
-” Mira por donde el chófer de la empresa resulto ser adivino”-
Besos.
Lunna.
29 comentarios:
Entre tanta vida ajetreada, da gusto saber de tus ajetreos
Buen relato, con un desvío en esa cabeza que da vueltas.
Besos dulces y feliz semana.
Lo estoy leyendo a las 8:30 de la mañana.... para empezar bien el día :))))
Interesante el manejo del tiempo en tu relato.
Bss
Lunna que forma tan especial de narrar tienes, con tus detalles es muy fácil seguir la historia... Sin duda es una buena forma de acabar la jornada laboral... porque no todo pueden ser estadísticas y normas ISO...
Me ha gustado mucho y sobre todo ver que continuará...
Muchos besinos!! :)
Delicia de relato!
Delicia começar a semana lendo-te!
Beijos carinhosos,
ÍsisdoJUN
De la mente al cuerpo... maravilloso :)
que lindo relato para comenzar mi semana!!! besos
Al parecer tantas ocupaciones no dejan sin animos para el deseo, bueno.
Leerte es observarte.... cada palabra una imagen....
Un relato muy excitante.
Besos
linda
bjinhod
Paula
Que bien descrito tu estupendo relato y cuanta sensualidad...Como tú Lunnita, pura sensualidad.
Besos.
La historia es interesante, las imagenes acompañan perfecto, la primera es genial.
Un beso, Lunna, vi tu foto en una entrada de 1manview y vine a saludar.
Qué guapo!!! Me ha encantado, Lunna. Sabes que no vengo muy a menudo pero no dudes de que cada vez que me voy de aquí, lo hago con muy buen sabor de boca.
Ciertamente, tras una ardua jornada de trabajo no hay nada como un merecido descanso... A mí me encanta empezar el día con energía y terminarlo con la satisfacción de la faena bien hecha ;-)
Besos de Pecado.
Siempre es un placer leerte me llevas por esos caminos que yo recorri y de los que guardo en mi primer libro Genial querida genial !!!!
Muy interesante a la vez que sensual.
Me ha gustado mucho.
Muchos besos
Una historia que deja para más,
a seguir rumeando...
Besos.
Que buen relato!!! quedo a la espera de la siguiente
Abrazos
Qué buenas letras... para dejarse acariciar bajo la luz de la luna, en una cama! Abrazos! T.
Boa tarde,
cada palavra lida mais motivação existe para a palavra seguinte, texto bem conseguido.
Abraço
ag
Maravilla de relato....pasiòn y sensualidad.
un abrazo
fus
Bueno ehhh magia en tus letras, pasión en el ambiente...
Besos amiga
Magnifico relato...la segunda foto me encanta...un saludo desde Murcia...
Sabiamente mezclado el placer con el trabajo, al final sacas un punto de morbo muy especial.
Besos tras el mostrador.
precioso relato... donde surge el amor y la pasión con delicadeza. besos.
Precioso hechizo...
Saludos
Hermoso relato... me hace imaginar, que no es poco.
Te abrazo
MentesSueltas
Wow, esto era bueno erótico. Y como siempre, te ves tan bien ... :)
Parte 2 - ¡Sí! ...
peave y amor
1Manview
SE VA PONIENDO INTERESANTE LUNNITA
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