viernes, 12 de julio de 2013

Fiesta Arco Iris.


Por una vez el centro de Madrid cambió tráfico y contaminación por un inmenso arcoíris desde donde sentir la libertad sin perjuicios.


Las calles se vistieron de aire fresco y batucada mientras miles de personas dejaban claro que deben terminar de una vez los casos de acoso escolar y el miedo a sentirse diferente; porque todos lo somos, porque ya es hora de borrar de las aulas, de los puestos de trabajo, del vecindario esas sonrisas maliciosas que apuntan con el dedo de la ignorancia.


Los armarios son para lo que son y nunca más deberán ser escondite que oculte o discrimine a quienes saben bailar al ritmo del arcoíris.


Yo, por ejemplo, suelo dar distintos usos al armario de mi dormitorio, desde los propios de este mueble hasta servir como lugar de “reposo” a un amante nocturno…sea él, sea ella.


Me lo pasé, por Chueca, de “arcoíris” y, mi armario no tiene puertas pero si un gran espejo donde esa noche fuimos dos bailando batucada hasta ver amanecer.


Besos.

Lunna.