viernes, 7 de octubre de 2016

Hermosa realidad que devoro insaciable.



Hasta que una mano furtiva se desliza
por la piel tan surcada,
las piernas se entrelazan,
la carne, enmudecida, recupera sus voces,
y el sexo,
cual un mar saliendo de su calma,
se levanta y avanza:
hacia el cuerpo que amo
y que a mi lado yace.
Hermosa realidad que devoro insaciable.

(Poesía de Emilio Mirá)


Besos.

Lunna.