Con
permiso de quienes creen que bajo la piel no hay lugar para los
sueños que no teman el paso sumiso de las horas ni los rituales
imprevistos, con permiso de aquellas personas que se refugian en su
realidad cotidiana olvidando como los sentidos se enervan con
palpito prohibido de la caricia robada cuando el deseo sacude las
noches de duermevela.
Porque soy yo quien me dejo seducir por los sueños ajenos que desnudo como míos, por los rituales que derrotan, con luz azul, la oscuridad de la medianoche.
Porque soy yo quien revivo sobre mi piel tu tacto, tu mirada, el aliento fluido de tus labios, de tus ojos, de tus palabras cuando mi desnudez se enfrenta al espejo sin miedo al tiempo que ya he vivido.
Porque soy yo quien os desea desde hoy desde ahora que cada sueño , cada deseo propio o ajeno encuentre un lugar donde la caricia que estremezca nuestras almas desnudas.
Besos.
Lunna.