jueves, 11 de noviembre de 2021

Renacer


Regreso aquí, a este lugar que nunca fue olvido, a este lugar del que me alejaron esas sombras grises que, gracias a mucha gente amiga, no lograron arrebatarme las ganas de vivir, de regresar.  
Hace unos días una buena amiga me regaló una figura de cerámica Taina que representa la diosa Luna. Ese regalo fue como un impulso hacia un nuevo renacer, un motivo para regresar aquí.  
Nunca dejé de querer a mi mundo que casi pierdo, a las personas que, a ambos lados de la luna, han dado forma y sentido a este regreso.  
Quiero dejar aquí, una vez más, momentos vividos y sueños por vivir azules, usados, osados o prestadas que no teman el paso del tiempo ni entristezcan las miradas porque no me obsesiona la eterna juventud ni la perfección de las líneas ni temo al paso cansado de los año.


No quiero dejar de ser quien soy ni renunciar a esas cosas que me han hecho ser como y lo que soy mientras pueda hacer que sueños y realidades caminen a mi lado.  
Nunca nada es, del todo, como lo deseamos y nuca nada es, del todo, oscuridad y derrota. 
Deseo exprimir los colores de la vida y el rumor plateado del agua que me desnuda; deseo dejar a un lado miedos, tabúes, insomnios que convierten en ceniza los sueños y deseos.  
Disfrutemos pues de esos momentos que desafían el caminar tiránico de los relojes, ese tiempo en el que lo prohibido puede ser luz de luna frente a las sombras tenaces de la monotonía.  
Desnudo mi cuerpo y mis sueños sin necesidad de hacer pactos con las agujas del reloj ...porque los recuerdos también son vida.  

Besos.  

Lunna.